sábado, 13 de junio de 2009

NO SOY NADA

No quema el sol, es como estar en sombra. Tampoco alumbra. Quítate el sombrero. ¿Para qué lo quieres? Da igual ¿No? Si el viento sopla, no se siente. "Airless". Hace falta aire. No respiro bien. Es como tener asma. Como un pescado que se agita y trata de robar desesperadamente oxigeno donde no puede. No soy nada. "Niente". No siento nada. Nadita. No hay dolor. Sólo uno leve lateral, pero ese sí de verdad, no importa. No lastima a lo entumido. Mucho menos a mi alma moribunda. ¡Pellízcame el alma para ver si todavía queda algo de ella! Creo que sí, pero está rota. ¿La pegamos? ¡Quebrada! ¿Y si la enyesamos? No palpita. Resucítala primero. Respiración de boca a boca. ¿Se vale? No, ya no la siento. Quizá me dé igual. Veo las venas que se saltan en sus cuellos, pero no escucho. Escucho en silencio el mundo que me habla. ¿O grita? ¿Para qué grita? No entiendo. Supongo que no hace falta entender. ¿Importa si no hay un por qué ni un porqué? No, no creo. No soy nada. Yo no me gasto aunque me borres. No me tajes más, así soy: pinto suave, casi transparente. Casi nada. Repíntame mejor con suaves trazos. Repinta también los sueños que se fueron ¿Los recuerdas? ¿Los recuerdas bien? Tuérceme el dedo y sácame de este mal sueño que no forma parte de aquellos que soñamos juntos. "Je rêve". ¿Para qué soñar? Mejor dormir y si hay sueño que sea en negro. Un largometraje negro y vacio. Vacio como mi estomago que no recuerda el hambre, tampoco la sed. No hay sed, pero bebamos vino. "Let’s get drunks" ¿Se olvida? Ni una pizca. ¿Cuál es más pequeña la del azúcar o la sal? No me sacudas, no sirve de nada. No importa lo que digas de esta vida. No intentes arreglarme, ni hacerme nudos. Deja esos hilos que me cuelgan fuera. Estoy raída, deshecha. Tampoco intentes costurarme porque más me deshago. Estoy hecha nada: sin viento, ni aire, ni sed, ni hambre. Con el alma agonizante. Sin ganas. Sin nada. Ya no reacciono. No soy nada aunque me jales. No te desesperes. Sabes bien que no soy nada. No soy nada…sin ti

miércoles, 3 de junio de 2009

69 cosas de mí. Mentira 23 =P

1. Odio hablar por teléfono pero me encantan los mensajes.
2. Prefiero escribir que hablar y me gusta escribir porque tiendo a olvidar la mayor parte de lo que vivo. Me da felicidad escribir y creo sin duda que heredé este don de mi abuelo que era director de un periódico en sus tiempos y por supuesto, de mi mamá que escribe con una facilidad que impresiona. Creo que debí ser escritora.
3. Odio las películas dobladas, me encanta oír el idioma original. Si pudiera iría al cine todos los días.
4. Desearía ser la mujer abnegada de un hombre millonario que me dé gastada todos los días.
5. Amo mi cocina porque me fascina comer. Me encanta tenerla llena de todo tipo de especias. Me gusta cocinar y regalar lo que cocino. Soy demasiado huevona para cocinar sólo para mí y si no engordara, comería todo el día sin parar. Tal vez debí ser Chef.
6. Podre morir en paz después de conocer Francia y tomarme un cafecito en una cafetería parisina mientras veo la torre Eiffel.
7. Me encanta leer y sentir esa sensación de estar atrapada en un mundo que no existe más que en la cabeza y la imaginación, sin darte cuenta que afuera (en el mundo real) las horas pasan sin detenerse.
8. Siento un amor profundo por los animales, especialmente por los míos. Tiendo a encariñarme rápido con ellos, sobre todo de los animales desvalidos y hambrientos. Yo alimento a todo gato que pase a mi casa, por pesar. Lloré amargamente como magdalena sin consuelo cuando murió mi perro “Cosongo”. Debí ser veterinaria.
9. Me gusta aprender, principalmente idiomas. Espero no morir sin aprender el lenguaje de los mudos.
10. Creo en Dios profundamente, pero no cumplo los lineamientos de la Iglesia.
11. .No me gusta pagar por nada que yo pueda hacer excepto dos cosas. Odio tanto costurar y planchar que si está roto lo tiro y si está arrugado pago porque alguien lo planche.
12. Me encanta ayudar, pero no me gusta pedir favores.
13. Odio mi rectitud, legado de mi madre, sobre todo al devolver cosas prestadas.
14. Lo que más me dolió de haber dejado México es: mi perra, mi familia y amigos, y la comida. En ese orden. No por otra cosa más que ella no entiende por qué la abandoné.
15. Estoy obsesionada con la buena ortografía, la gramática y el uso correcto del vocabulario y la coherencia al escribir y leer. Siempre ando buscando errores en todos lados y siempre ando checado el diccionario.
16. Me fascinan los juegos de mesa y las tardes de huracanes que resultan tan perfectas para reunirse a jugarlos por la falta de energía y por no dejar salir a nadie de casa.
17. El trabajo no se hizo para mí; me aburro rápido una vez que aprendo. Soy una mujer vaga que sólo piensa en los placeres mundanos de esta vida. Por eso hoy más que nunca desearía ser la mujer abnegada de un hombre millonario que me dé gastada todos los días.
18. Siempre como chocolate por lo menos uno a la semana. Mis favoritos son los M&M’s amarillos y los Ferrero Rosher (¿así se escribe?).
19. No me gusta leer el periódico. Nunca me ha gustado. Prefiero escuchar el noticiero.
20. Admiro mucho a la gente que vive con alegría y pasión porque se ha dado cuenta que la felicidad no es un estado permanente y eterno, si no que son esos momentos que se viven día a día.
21. Adoro a mis amigos y tengo la dicha de contarlos con los dedos de las manos y los pies. Entiendo que la amistad no se rige por la cercanía y el tiempo, si no por el cariño, el apoyo y la presencia emocional.
22. No es que inspire confianza, si no que sé escuchar y tengo capacidad de empatía, por eso la gente viene a mí y me cuenta sus cosas. Yo creo que soy la persona menos indicada para dar consejos, pero si me los piden yo los doy, aunque sean retorcidos y malévolos. Quizá debí estudiar para usar la bata de psicóloga.
23. Sin duda alguna, debí ser todo menos mercadóloga jajaja.