Déjate amar, me dices en voz baja mientras abres mis piernas ansioso y me besas sin cautela.
No me inspira a hacer el amor esta casa fea, te respondo lacónicamente y sin ganas. ¡Ámame como a mí me gusta! Te digo sin perder la compostura, mientras cierro las piernas, me zafo de ti y te doy la espalda, lentamente.
¡Nos mudamos mañana, princesa!, me dices al oído y en voz baja un tanto excitado, mientras acaricias mi cabello largo y luego, mi espalda desnuda expuesta a ti. Me gusta que me hables así, quedito. Por eso, te respondo con preguntas para continuar el juego: ¿Lo prometes? ¿Mañana? ¿A la casa que me gusta? Tú me confirmas lo que quiero escuchar. Luego, me dices cosas bonitas rozando tu nariz en mi oreja. Me conoces bien, sabes que eso me gusta. ¡Ándale, déjate amar!, me repites insistente. Yo también te conozco bien; se que mientes, que no habrá mudanza mañana. Aun así, yo me dejo querer en esta casa fea, como quien no quiere la cosa.
4 comentarios:
Muy bueno. Me he reido mucho.
=) yo tambien escribiendolo y me mudo en enero jajajajajajajajaja
=P
hey wow me encantó sobre todo el final jeje...
Ey carmen gracias x visitar mi blog
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