sábado, 26 de enero de 2008

LA FELICIDAD


Tome una pastilla tres veces al día después de cada alimento, durante 1 semana o hasta que los síntomas desaparezcan. Si los síntomas no desaparecen en más de 15 días, suspenda su uso y consulte a su medico. No tome más de 5 tabletas en un periodo de 24 horas. El abuso de este producto puede ser nocivo para la salud y puede provocar felicidad permanente, sonreír necio, euforia o carcajadas involuntarias. El uso de este producto en niños menores de 12 años esta asociado a trastorno de hiperactividad o impulsividad.

Ojalá contrarrestar los efectos de la infelicidad fuera así de sencillo pero, que yo sepa, no existe nada parecido a una pildorita de la felicidad. Por inverosímil que le parezca a toda la bola de fármaco dependientes y dragaditos del planeta, cuando menciono esto les recuerdo que aunque las drogas aumentan el nivel de dopaminas en el cuerpo y generan un estado de placer y felicidad aparente, evidentemente esta “felicidad es causada por una estimulación artificial, por lo que es momentánea y su duración depende única y directamente del tamaño del churro o el kilo gramaje de la tacha, piedra o droga consumida. Las drogas no son la panacea del siglo para la felicidad, además, como muchos sabemos, son ilegales.

Aristóteles sostuvo que todos los hombres están de acuerdo en llamar “felicidad” a la unidad presupuesta de los fines humanos. No sé qué diablos quiso decir Aristóteles con eso y no sé siquiera, si todos los hombres estuvieron de acuerdo (o asintieron con tal de fingir que entendían de lo que hablaba este hombre) pero lo que si estoy segura, es que la felicidad (supuesta, presupuesta o sobrepuesta) es el fin ultimo de todo ser humano.

La pregunta del siglo es por qué, si la felicidad es un fin que todos perseguimos, hay en el mundo tanta gente que se las ingenian para no conseguirla. ¿Podría llamarlo auto sabotaje? No creo ser la única que se ha preguntado tantas veces ¿Qué necesita una persona para ser feliz?

Yo siempre he pensado que el dinero no lo es todo en esta vida, pero cómo ayuda ¿no? Sin embargo dice el conocido refrán “El dinero no da la felicidad” y yo agrego, quizás sólo comodidades (que a nadie le caen mal) y satisface ciertas necesidades en el ser humano. Mientras escribo esto no puedo evitar pensar en la teoría de la jerarquía de las necesidades y en lo molesto que estaría Abraham Maslow si no lo mencionara: en la pirámide de Maslow se enuncian las necesidades del ser humano desde las fisiológicas, que son las básicas, pasando por las de seguridad, aceptación social, autoestima y por ultimo, las de autorrealización, que son aquellas donde el ser humano encuentra la felicidad. –¡Abraham, espera! Ya te dije que lo voy a mencionar- ¡Si! ¡Si!, las necesidades de los escalones superiores únicamente pueden ocupar nuestra atención cuando se han satisfecho las necesidades inferiores en la pirámide.

Podemos darnos cuenta que la felicidad es subjetiva a cada persona ya que es muy cierto que existe gente feliz en los diferentes estratos socio-económicos, países, religiones, profesiones, etc. Entonces me pregunto de nuevo: ¿Por qué existe gente evidentemente más feliz que otra? La pregunta que tantas veces me hice a mi misma me fue contestada en el lugar q menos imagine: mi clase de inglés.-Hoy vamos a escuchar en clase un reportaje acerca de la felicidad. ¡Tomen notas!- Dijo mi profesor. (Un reportaje acerca de la felicidad ¿Sería una respuesta divina a mi pregunta?)

“…¿Qué hace a las personas más felices que a otras? …Bla…bla…bla… Un grupo de psicólogos estudiaron a cientos de personas enfocándose en la personalidad y las actitudes ante la vida…bla…bla…bla Las conclusiones a las que llegaron fueron que habían tres factores determinantes para alcanzar la felicidad:

1) SATISFACION CONTRA INSATISFACCION. Las personas felices estaban satisfechas consigo mismas. Se gustaban tal cual eran. Aun si sus casas eran pequeñas, si estaban gordos o si no eran millonarios. Ellos eran felices con sus vidas y con lo que tenían, no por lo que les sobraba o les hacía falta. Por otro lado las personas infelices no estaban satisfechas consigo mismas y siempre estaban buscando cambiar algo; perder peso, tener una mejor casa o un mejor trabajo y no importa que tuvieran nunca estaban satisfechos con ello.

2) ACTITUD POSITIVA O NEGATIVA ANTE LA VIDA. Todos tienen problemas en esta vida. La diferencia es que la gente feliz siempre asume que las cosas van a mejorar en tanto que la gente infeliz piensa que las cosas empeoraran. La gente feliz tiende a ver las cosas con mayor optimismo mientras que los infelices tienden a ver todo con mayor negativismo.

3) RELACIONES INTER-PERSONALES. La gente feliz tiende a preocuparse por construir buenas relaciones interpersonales con la familia, con sus compañeros de trabajo, los vecinos, la comunidad, etc. que al fin y al cabo, lo que tienen, lo tienen para compartir y disfrutar con los demás. La gente infeliz por el contrario no lo hace, esta tan ocupada tratando de ganar dinero, reconocimiento, etc. que no tienen tiempo de socializar.

¿Sorprendido por esas respuestas? No tanto como estaba yo de haber entendido todo lo que se dijo en ingles… ¡Eso si tuvo que ser una ayudita divina!

Para ser felices necesitamos un cambio de actitud ante la vida y ¡Aceptación! “Si del cielo te caen limones aprende a hacer limonada” dice el dicho popular que mas tarde se convirtió en canción. Hace un par de días circulo por e-mail una frase más interesante y moderna: ¡Si la vida te trae limones…búscate tequila y sal!

Por ultimo, una frase que vale la pena conocer del teólogo, escritor y reformador social escocés Thomas Chalmers: “La dicha de la vida consiste en tener siempre algo que hacer, alguien a quien amar y alguna cosa que esperar”. Por eso, no esperemos más y pongamos manos a la obra para completar lo que nos falte hacer, para alcanzar la felicidad: si no tenemos nada que hacer, inventémoslo; si no tenemos a quien amar, busquémoslo- si no lo encontramos amemos al perro o al gato, pero amemos y si no tenemos mucho que esperar, al menos esperemos, que el día de mañana sea un día mejor que el de hoy -¡Yo estoy segura que lo será!-. Pero no hay que dejarlo para mañana, si podemos hacerlo hoy.

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