lunes, 28 de enero de 2008

¡CLARO QUE LAS PREFIEREN CABRONAS!



Volví a hacerlo, este vicio me va a matar. Hablo de los cigarrillos, de nada más. Estoy fumando otra vez: iracunda, furiosa, rabiosa. Esta vez no es culpa de mis desamores: esta vez, es culpa tuya, mi amigo falso. Te creí más inteligente, pero ¿sabes? Me equivoque. ¡Es una pena! Es una pena que existan hombres como tú. Habría que hablar con tus padres seriamente al respecto. Se les olvido enseñarte a decir la verdad, algo tan primordial e importante a los ojos, no sólo, de Platón sino a los míos también. A ti que tanto te gusta leer, de la manera más atenta, te suplico: Lee con urgencia el “Manual de urbanidad y buenas maneras”, de Manuel Antonio Carreño.

Las drogas destruyen -el alcohol es una de ellas- y creo que tú ya volaste demasiado alto con ellas. La imaginación es estupenda, maravillosa, plausible, pero sabes qué: mejor escribe un libro y a mí, no me metas en tus historias imaginarias y en tus fantasías eróticas mediocres. ¿Yo me pregunto en que momento tu cerebro primitivo le contó a tu pene que me gustabas, me atraías o peor aun que estuvimos juntos en algún momento?

Te lo voy a pintar claro, por si remotamente el cacahuate que tienes a cambio de cerebro, no vislumbra como debe ser: El que yo sea amable, cordial, simpática y risueña contigo, y, que incluso, disfrute tu compañía y/o tus pláticas, no significa que te estoy dando un pase directo para entrar a mi cuerpo. No te sientas especial: ¡No lo eres! No es bueno difamar a una mujer para reafirmar tu hombría. Por favor, no andes diciendo que fui tuya, que me dejas mal: ¿No ves qué tú, no te mereces a alguien como yo?

Y por favor, si no lo quieres hacer por mí, hazlo por evitar la maldición yucateca. No olvides: El que obra mal, se le pudre el "pirix". Yo, en realidad, no es que sea mala, pero desearía se te pudra, se te encoja, se te arrugue o se te caiga con las pretensiones, poco mal intencionadas, de que tu que tu miembro, pierda el ego tan grande que tiene-probablemente lo único grande que tenga (“Dime de que presumes y te diré de que careces”)- y tu cabeza recupere su autonomía y, su capacidad de raciocinio y sentido común, que aparentemente perdió en aquella borrachera y nunca recuperó.

La próxima vez que nos veamos dímelo en mi cara… ¡A ver, si te atreves! Dime ¿Me prefieres cabrona? Tal pareciera que si.

JKO

4 comentarios:

kiki dijo...

HOLA JOE!!!... SOY ERIKA NO SE SI TE ACUERDES DE MI (FCA HEHEHEHHE...) NO NOS LLEVAMOS MUCHO PERO ME GUSTAN MUCHO TUS ESCRITOS SIEMPRE LOS LEO Y TIENES TODA LA RAZON, LOS HOMBRE NO TIENEN LOS SUFICIENTES HUE.., PARA DECIRTELO A LA CARA HAHAHAHA... NUNCA TE LO VA A DECIR
TE MANDO UN GRAN SALUDO Y ESPERO QUE ESTES BIEN.
Y POR SUPUESTO QUE LAS PREFIEREN CABRONAS!!!... (A LAS PRUEBAS ME REMITO).

JOHANNA dijo...

Saludos Erika claro que me acuerdo de ti. Me alegro que te gusten mis escritos. Te agradezco mucho tu comentario.
Espero verte seguido por aqui.
Saludos igual

A.Vigil dijo...

Lito.

Hola Johanna. Estoy fascinado con tu blog y tu lengua sin pelos al escribir... Felicidades.
Tu amigo de Tonantzi.

JOHANNA dijo...

Gracias Azael.
Me parece que en ese sentido (de la lengua sin pelos) nuestros estilos son similares. No te parece? Yo estoy fascinada con tus poesias. Gracias x visitar mi blog. Honor que le haces...