miércoles, 25 de mayo de 2011

VIRGEN MORENA



Ella es pequeña y delicada de porte. Con algunos rasgos indios: Su cabellera es tan oscura como su piel morena, aunque su semblante luce dulce, fresco, suave. Su cabello está lleno de estrellas y constelaciones, brilla tanto que su resplandor se refleja en su manto de cielo. Un color de cielo nunca antes visto; un poco azul, un poco verde, un poco aguamarina. Su túnica color de tierra cela un precioso secreto que para las reglas sociales de la época sólo puede revelarse con la cinta morada oscura amarrada al vientre: está embarazada, “en cinta”. Ella es la luna y el fruto de su vientre, es el sol que destella rayos luminosos para ella, formando un halo a su alrededor.

Se llama Coatlaxopeuh (se pronuncia Quatlasupe). En español significa: “la que aplasta la serpiente” (Coa significando serpiente, tla el artículo "la", mientras xopeuh significa aplastar). De nombre náhuatl como su lengua, como su piel. Aunque su nombre más conocido en la actualidad, se debe precisamente a los frailes españoles de la época prehispánica, quienes a sus oídos escucharon en el vocablo Náhuatl Coatlaxopeuh (Quatlasupe), el nombre de la virgen española de Extremadura: Guadalupe.

Esta es su historia: Ella se le aparece a Juan Diego varias veces y le habla en Náhuatl con palabras amables y bondadosas.

1) Desea un templo en ese cerro por lo que lo manda con el obispo de México: "Juanito, el más pequeño de mis hijos, ¿a dónde vas?... sabe y ten entendido, tú el más pequeño de mis hijos, que yo soy la siempre Virgen Santa María, Madre del verdadero Dios, por quien se vive; del Creador cabe quien está todo; Señor del cielo y de la tierra. Deseo vivamente que se me erija aquí un templo, para en él mostrar y dar todo mi amor, compasión, auxilio y defensa pues yo soy vuestra piadosa madre.”

2) El obispo no le cree a Juanito. Él siente que es demasiado poco para ser escuchado (“Yo soy un hombrecillo, soy un cordel, soy una escalerilla de tablas, soy cola, soy hoja, soy gente menuda”). La virgen se le aparece de nuevo.

"Oye, hijo mío el más pequeño, ten entendido que son muchos mis servidores y mensajeros, a quienes puedo encargar que lleven mi mensaje y hagan mi voluntad; pero es de todo punto preciso que tú mismo solicites y ayudes y que con tu mediación se cumpla mi voluntad. Mucho te ruego, hijo mío el más pequeño, y con rigor te mando, que otra vez vayas mañana a ver al obispo. Dale parte en mi nombre y hazle saber por enero mi voluntad, que tiene que poner por obra el templo que le pido."
3) Por segunda vez, el Obispo no le cree a Juan y le pide una señal. Juan Diego se entera que su tío Bernardino está muy grave y le pide le lleve un sacerdote para confesarse. Al día siguiente, Juan Diego toma otro camino para que no lo detuviera la virgen. Pero ella, se le aparece en el camino.

“Oye y ten entendido, hijo mío el más pequeño, que es nada lo que te asusta y aflige, no se turbe tu corazón, no temas esa enfermedad, ni otra alguna enfermedad y angustia. ¿No estoy yo aquí que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra? ¿No soy yo tu salud? ¿No estás por ventura en mi regazo? ¿Qué más has menester? No te apene ni te inquiete otra cosa; no te aflija la enfermedad de tu tío, que no morirá ahora de ella: está seguro que ya sanó... Sube, hijo mío el más pequeño, a la cumbre del cerrillo, allí donde me viste y te di órdenes, hallarás que hay diferentes flores; córtalas, júntalas, recógelas; en seguida baja y tráelas a mi presencia.”
“Hijo mío el más pequeño, esta diversidad de rosas es la prueba y señal que llevarás al obispo.”

El resto de la historia es bien conocida; al desenvolver Juan Diego su manta, se esparcieron por el suelo todas las diferentes rosas de Castilla y apareció dibujada en la manta la imagen de la Virgen de Guadalupe como la conocemos en la actualidad.

En algún momento de mi vida, la historia fue contada de manera diferente. En un salón de clases de psicología del mexicano, se nos hizo creer a muchos que la virgen de Guadalupe era un ejemplo de antropomorfismo y un buen invento para ayudar a los misioneros españoles en la evangelización del nuevo continente.

Quizá es un poco tarde y quizá el medio el incorrecto para externarle a la maestra Paty Ancona algunos de mis pensamientos contradictorios acerca de sus enseñanzas. Quizá, a este punto, ni siquiera le interese saber lo que una de sus ex-alumnas piensa. Aún así, creo después de todo, que no estoy tan tarde para defender los dogmas de mi fe.

En principio, entendiendo que una enseñanza laica, como la de las escuelas públicas (incluida la de la Facultad De Contaduría y Administración de la UADY), debe no sólo mantener una independencia con respecto a cualquier creencia o práctica religiosas, lo que incluye opiniones a favor o en contra de ciertos íconos e ideas religiosos, sino que además debe procurar y mantener un respeto para dichas creencias y prácticas religiosas. La laicidad de la educación no debe crear hostilidad o indiferencia contra ninguna religión o iglesia.

En segundo, aunque creo que la mayoría de las ideas pueden ser evaluadas bajo las reglas de la lógica, evidencia y el método científico, también creo, que muy pocas son aquellas ideas que no necesitan una prueba empírica tales como son las creencias religiosas y los valores personales que, se sostienen en la fe.

Basada en mis ideas refutables por el método científico, creo en Dios. Creo que Él nos habla de distintas maneras, en distintas formas, lenguas y en distintos tiempos y lugares para que le entendamos. Que sus maneras de manifestarse son incontables. Creo que Dios no tiene color de piel, ni lengua oficial alguna más que la lengua del amor. También creo que a Dios no le interesa ser aprobado en una hipótesis, ni convertirse en teoría porque hace falta no inteligencia sino, mucha humildad en el corazón para escucharle y entenderle cuando nos habla. Creo que nunca es tarde para encontrar a Dios. Creo también, en la Virgen María de Guadalupe. Que el mensaje que nos trae, viene de parte de Dios. Creo que como cualquier madre, ella intercede, ayuda y defiende a cualquiera de sus hijos. También creo que la primavera es un buen pretexto para creer en ella y así, celebrarla junto a sus rosas de Castilla que hizo aparecer en el cerro de Tepeyac.

AMEN.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es muy bonito saber que hay personas que se interesan en cosas espirituales como creer en Dios, sin embargo una manera para comunicarnos con El es la oracion para nosotros hablarle en el nombre de Jesucristo y leyendo su palabra la Biblia. Cuando leemos la Biblia es cuando dejamos que Dios nos hable y entonces es cuando nos damos cuenta de como quiere El que le adoremos, y si le adoramos como El nos pide entonces estamos en lo correcto,una manera es como dice Su Palabra en Exodo 20:4,5"No debes hacerte una imagen de nada y no debes inclinarte ante ella ni ser inducido a servirle, porque yo Jehova tu Dios soy un Dios que exige devocion exclusiva". Atentamente, lucero brillante de facebook

JOHANNA dijo...

Lucero Brillante,

Gracias por tu tiempo en mi blog, por leer y por tu comentario tan acertado y sabio. DIos te bendiga y te traiga de nuevo por aqui =)

saludos!