lunes, 13 de junio de 2011

LA OCIOSIDAD ES LA MADRE DE TODOS LOS VICIOS…



¿Cómo no se me ocurrió eso a mí? Creo que a todos, alguna vez nos ha pasado ese pensamiento por la mente, mientras odiamos al maldito o maldita que se le ocurrió fascinante idea antes que a nosotros. Suele pasar. Es indiscutible, que hay gente con una tendencia mayor que otros a generar ideas brillantes. Pero ¿A qué se debe esto?

Hablemos un poco acerca de la creatividad. Ser creativo significa ser original, hacer las cosas de manera diferente, novedosa, única y yo diría que hasta cierto punto, un poco atrevida. Creatividad es la capacidad de dar origen a cosas nuevas y valiosas y la capacidad de encontrar nuevos y mejores modos de hacer las cosas, de acuerdo a la definición de Mauro Rodríguez Estrada.

Cierto es que la creatividad no debe ser exclusiva de artistas o inventores; por el contrario, aprendiendo a ser creativos podemos resolver, no sólo los grandes problemas y enigmas de nuestras vidas, sino también los pequeños (pero que a veces dan tantos dolores de cabeza como los grandes) problemas del día a día.

Mucha gente piensa que la creatividad es algo innato o heredado que algunas personas traen consigo al nacer y otras no; que es cuestión de suerte tenerla; que sólo se tiene cuando las musas y las hadas de la inspiración te visitan.

Mi maestro preferido de la universidad, el maestro de creatividad Germán León Lara no se cansaba de repetirnos las palabras sabias de Tomás Alba Edison: “El genio es un uno por ciento de inspiración y un noventa y nueve por ciento de sudor”. Es verdad que no hay hadas, ni musas (más que en los cuentos de fantasías) que traigan la respuesta perfecta o la fórmula mágica solucionadora de problemas. Tampoco es cuestión de suerte o echarse un volado la respuesta para ser creativos. Es cuestión de sudor, de trabajo duro y constante.

Pero es necesario mencionar otro factor en la fórmula: el refuerzo a la creatividad. Haciendo un análisis de la creatividad en términos de aprendizaje operante, resulta más sencillo entender la relación que hay entre el refuerzo y el aumento de la creatividad. El trabajo duro, per se, no va a crear soluciones creativas. La creatividad, como cualquier otro comportamiento que se desea que ocurra y repita, necesita reforzarse. Si lo que se quiere es aumentar la creatividad en la gente, es importante que lo que se refuerce sean los comportamientos creativos y no en sí la mera realización del trabajo o actividad. Es necesario crear una contingencia o dependencia entre las recompensas y el comportamiento creativo; entendiéndose que no hay “premio o alabanza”, si los resultados, tareas, comportamientos, etc. resultan ser convencionales, poco innovadores, faltos de ingenio, etc.

El pensamiento divergente, suave, lateral no es difícil de alcanzar; pero hay que procurarlo, hasta llegar al punto de hacerlo vicio. La creatividad puede ser un vicio, cuando la usamos frecuentemente y en exceso, sobre todo, si ofrece recompensas positivas. No hay nada de malo en volverse un vicioso, si entendemos que vicio, de acuerdo a la RAE, es todo gusto especial o demasiado apetito de algo, que incita a usarlo frecuentemente y con exceso. La ociosidad es la madre de todos los vicios, dice el dicho popular. Pero siendo un poquito viciosos y divergentes en pensamiento, podríamos decir que la ociosidad es la madre de todos los vicios, incluida la creatividad. Aplicando las técnicas de reforzamiento recién adquiridas (Nunca pensé que yo diría esto) me atrevo a decir: ¡Viva los vicios y los viciosos! y corrigiéndome un poquito para que esto no suene tan mal, ¡Viva la creatividad y los viciosos creativos!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

HOLA QUIEN QUIERA QUE ESCRIBA ESTOS RELATOS TAN CIERTOS A MI TAMBIEN ME GUSTARIA ESCRIBIR SOBRE TODO ME INSPIRO CUANDO ESTOY CONTRARIAD CONFUNDIDA Y TRISTE COMO ME SIENTO AHORA QUE DIOS TE SIGA DANDO LA CLARIDAD PARA ESCRIBIR

JOHANNA dijo...

Animos, si tienes blog, invita pasare a comentarte tus escritos...saludos y gracias por visitarme