miércoles, 17 de septiembre de 2008

En tu rostro

En tu rostro, cuando digo una lisonja
de repente, hay una risa que se esboza
y yo he visto que tu cara se sonroja
y al instante en tu mejilla, un hoyuelo brota.

Largas pestañas las que tu mirar enmarcan
y es el brillo de tus ojos lo que encanta
y ese falaz color oscuro transparenta,
la bondad y el carisma de tu alma.

Son tu ternura, tu cariño y tu afecto,
los que ofrecen la magia a mi cuerpo,
son los que hacen surgir el efecto
de sentir el cielo, sin dejar el suelo.

Quiero sacar de tu abrazo una hechura,
reproducirlo, pues al tenerlo todo cura
y traficarlos, aunque suene a locura:
¿Quién se va a negar a esa gran dulzura?

¡Y de tu sonrisa que nada se diga!
Que la flor, no le llega, aun siendo hermosa
y abrumada siente celos y se indigna,
de que te robes la atención más que una rosa.

No hay comentarios.: